Descripción
De la intuición a la institución. Los franciscanos
La intuición de Francisco contenía todo el dinamismo de su crecimiento, pero la evolución del movimiento buscó y encontró sus propias estructuras. Un día, el deseo loco de un hombre o, quizás, de un grupo de hombres, encuentra el texto del Evangelio que lo expresa de maravilla. El gozo brota de este encuentro: «¡Es lo que buscábamos!». Este deseo, este encuentro, este gozo, son la intuición franciscana: seguir las huellas de Jesucristo. Y aquello no significaba ir a los pequeños, a los excluidos para hacerles bien. Seguir las huellas de Jesucristo era hacerse uno mismo pequeño y excluido. Aquellos dos o tres que vivieron la luz de la iluminación de esta intuición, se transformaron, primero en ocho, y luego, en doce, todos laicos; y fue necesario redactar un proyecto de vida: será la primera constatación de la necesidad de la institución. Nuevos candidatos se suman al grupo y, cada vez que se reúnen, antiguos y nuevos puntualizan su proyecto de vida: poco a poco la intuición se aleja y se difumina; la institución comienza a pesar. Resulta necesario tener una Regla, no sólo un proyecto de vida. Y los hermanos, cada vez más numerosos, se van dejando atrapar por el lazo del juridicismo, perfecta expresión de la institución.
CONTENIDO DE LA OBRA
- La intuición
- El proyecto primitivo
- La primera aprobación
- La evolución del proyecto
- La dimisión de Francisco
- Obediencia, autoridad, libertad
- La fraternidad
- De la fraternidad a la Orden
- La Regla de 1223
- La aprobación de la Regla
- Primera expansión
- La clericalización
- Buenaventura, Ministro General
- Conclusión